Contar con un seguro que cubra gran parte de los daños sufridos en un accidente, es de vital importancia. En la cotidianidad de nuestras actividades, nunca se sabe cuándo llegará un suceso de este tipo. Por ejemplo, usted nunca se imaginaria colisionar contra un tercero en plena vía publica, sin embargo puede pasar. Disponer entonces de una buena póliza le ayudará a tener mayor solvencia económica.
Un buen seguro para tu automóvil es aquel que se adapta a tus necesidades. Por ello, usted debe primero analizar su situación económica, y además determinar qué es lo que pretende proteger en gran medida. Por ejemplo, hay momentos en los que lo más óptimo es optar por un seguro que amortigüe o sirva de respaldo para gastos en reparaciones.
En Florida, la ley estipula que obligatoriamente al contar con un automóvil con placa, usted debe disponer de un seguro. Al momento de escoger cual póliza es la que le conviene, suele haber algo de confusión. El seguro PIP o de protección contra lesiones personales es uno de los más recomendables que usted puede contratar.
Una póliza PIP en la mayoría de los aseguradores se ofrece con un mínimo de 10.000 dólares a cubrir. Esto es debido a que la ley así lo estipula, sin embargo usted puede contratar un seguro especializado para autos, conocido como seguro automotriz.
Lo más conveniente es escoger una póliza de seguro que cubra múltiples situaciones tras el volante
Adicionalmente usted puede contratar una póliza que cubra asistencia vial. Su principal característica es la de ayudar en gastos e instalación de piezas en caso de que el cliente no esté en capacidad de efectuarlo por sí mismo. Es perfecta, como su nombre lo indica, para esos momentos en los que el automóvil presenta fallos técnicos en plena vía publica.
Los accidentes automovilísticos están latentes en la sociedad día a día. En Miami, no es la excepción y se calcula que año tras año miles de víctimas sufren de lesiones irreparables. En cuestiones económicas, las pérdidas son incalculables. Familias quedan sin automóviles, y pierden días laborales por lesiones. En estos casos lo mejor es contar con una póliza de seguro que tenga cobertura para perjuicios de salud.
La mayoría de las pólizas para protegerse de negligencias tras el volante cubren daños al automóvil y a la salud de los tripulantes. Sea o no usted el culpable del accidente, con una póliza de protección contra lesiones personales, usted puede recibir la ayuda económica que requiere. Sin embargo, ¿Qué sucede cuando alguno de los tripulantes no está asegurado y sufre daños?
En el caso anterior es donde conviene acudir a una cobertura que incluya la Responsabilidad Civil de Ocupantes. En estos casos donde por negligencia de un tercero, algún tripulante de su automóvil ajeno a su póliza (que no sea familiar, por ejemplo) sufre daños. Es perfecta si usted trabaja con pasajeros día a día o forma parte del servicio de transporte público. En caso tal de que los ocupantes dispongan de su propia póliza PIP, no será necesario que usted active este servicio en específico.